¿Qué es la autonomía?

La autonomía es un concepto de filosofía y psicología evolutiva que expresa la capacidad de un individuo o cuerpo social para establecer las normas que van a regir su actuar sin influencia de presiones externas. En esta línea de pensamiento, autónomo es todo aquel individuo que decide conscientemente qué reglas son las que van a guiar su comportamiento.

Decimos que es autónomo el individuo que decide conscientemente porque la autonomía necesita emerger de la práctica de una conciencia objetiva que respete las reglas de convivencia colectiva y que no trasgreda los derechos de los demás; por tal motivo, los actos delictivos o los actos que atenten contra el estado de derecho no pueden ser producto de la autonomía de un individuo o de un cuerpo social.
Porque cuando se logra ejercer esa conciencia siempre se va a estar atento a las relaciones causales entre lo que se hace y los efectos que produce; deviniendo en el aprendizaje de la responsabilidad. Ser libres pues, implica actuar sin presiones valorando siempre la repercusión de los actos y aceptando la responsabilidad de sus consecuencias.

Persona anudando los zapatos deportivos

En el ejercicio de la autonomía durante el proceso de toma de decisiones influye la formación a priori de la o las personas que desean practicarla. De tal modo que los valores, principios, creencias, nivel intelectual y académico, etc., serán siempre el punto de gestación de las decisiones de esta persona o cuerpo social. Cuando se trata de un cuerpo social o una entidad colectiva como pueblo, comunidad, colonia, etc. también influirán de manera directa los elementos de cohesión social que los motivan a agruparse y comenzar a tomar decisiones al margen de las instituciones formales.

Por último es importante desvincular la autonomía de la simple satisfacción del deseo ya que seguir un impulso para cubrir una necesidad sin una evaluación perspicaz y objetiva de las consecuencias del acto no deja de ser equiparable a un reflejo instintivo ya que solo busca el cumplimiento del gusto de forma inmediata y está muy lejos del orden del intelecto donde debemos colocar al ejercicio de la autonomía.

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