El sistema solar es un sistema planetario conformado por un total de 8 planetas además de planetas enanos (entre los que se cuenta Plutón que dejo de ser catalogado como planeta en agosto del 2006), satélites como la luna, asteroides, cometas además de polvo y gases interplanetarios. La frontera entre el sistema solar y el espacio interestelar se llama heliopausa y se encuentra a unos 100 UA del sol (de acuerdo a los científicos espaciales una UA o unidad astronómica corresponde a 150 millones de kilómetros.
Hasta 1995 el Sistema Solar fue el único sistema planetario conocido pero en ese año los astrónomos dieron a conocer un planeta con una masa comparable con la de Júpiter que orbitaba en torno a la estrella 51 Pegasi; una estrella que además es muy semejante al sol. Poco después los astrónomos detectaron dos planetas más mucho más grandes que Júpiter que orbitaban en torno a respectivas estrellas; la 70 Virgins y la 47 Ursae Maioris, Pero fue hasta 1999 cuando dos equipos de astrónomos anunciaron el descubrimiento del primer sistema solar con múltiples planetas distinto al nuestro, se trata de 3 planetas de atmósfera gaseosa que giran alrededor de la estrella Ípsilon Andromedae. En tanto que el sistema planetario más parecido al Sistema Solar es el conformado por al menos dos planetas que orbitan alrededor de la estrella 55 Cancri.
El sol
El sol es una inmensa estrella con luminosidad intermedia. La conversión de hidrógeno en helio en el interior del sol produce lo que todos conocemos como lu y radiación solar y aun cuando esta fusión nuclear convierte 600 millones de toneladas de hidrógeno por segundo, debido a su masa se calcula que el sol pudiere seguir brillando con la misma luminosidad actual durante 6,000 millones de años más. Gracias a esta estabilidad se ha podido desarrollar la vida y la supervivencia en la Tierra.
Cada once años pueden apreciarse manchas solares de color o0bscuro en la superficie del sol; estas manchas se deben a estallidos repentinos de partículas cargadas de fulguraciones solares, esto puede provocar fenómenos conocidos como auroras y también altera las señales electromagnéticas de la Tierra.
Los planetas
Durante varios siglos se afirmó que el sistema solar tenía 9 y no 8 planetas; sin embargo un estudio más a detalle realizado por la Unión Astronómica Internacional concluyó que son solo 8 y no 9 los planetas en nuestro sistema solar. Estos planetas fueron divididos en dos grupos: Los planetas interiores entre los que se encuentran Mercurio, Venus, Tierra y Marte y los planetas exteriores que son Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Los planetas interiores son básicamente pequeños y están compuestos por roca y hierro esencialmente mientras que los planetas exteriores son más grandes y se componen esencialmente de hielo, hidrógeno y helio.
Mercurio es un planeta aparentemente de atmósfera muy densa, de acuerdo a los científicos esto se debe a su gran núcleo compuesto fundamentalmente de hierro. También se ha podido apreciar que Mercurio tiene una superficie muy golpeada por impactos de asteroides. Venus, por otro lado, tiene una atmósfera compuesta básicamente de dióxido de carbono (CO2) pero 90 veces más densa que la de la Tierra; esto causa un efecto invernadero que hace que la atmósfera de este planeta preserve mucho calor durante todo el año. Se calcula que la temperatura de su superficie es la mayor de todos los planetas llegando incluso a los 477 °C. Hasta hoy se ha confirmado que solo la Tierra es el único planeta con abundante agua en estado líquido y con vida desarrollada a partir del agua. Sin embargo, también existen pruebas sólidas de que Marte llegó a tener, en algún momento, agua en su superficie, pero ahora su atmósfera de dióxido de carbono es tan delgada que el planeta es seco y frío, con capas polares de dióxido de carbono sólido o nieve carbónica. Júpiter, por su parte, es el mayor de los planetas y también es el que tiene más satélites reconocidos orbitando a su alrededor. Su atmósfera de hidrógeno y helio contiene nubes de color pastel y su inmensa magnetosfera, sus anillos y sus satélites, lo convierten en un sistema planetario en sí mismo. Pero Saturno no dista mucho de Júpiter, ya que tiene una estructura de anillos más complicada y también un gran número de satélites, entre los que se encuentra Titán, con una densa atmósfera. De acuerdo a investigaciones recientes, Urano y Neptuno tendrían muy poco hidrógeno comparados con los dos gigantes; pero Urano, por su parte, también tiene una serie de anillos a su alrededor y se distingue porque su eje de rotación forma un ángulo de 8° con el plano de su órbita.
Teorías sobre el origen del sistema solar
A pesar de las diferencias entre ellos, todos los planetas del Sistema Solar conforman muy probablemente un solo grupo común ya que al parecer todos se originaron al mismo tiempo.
Immanuel Kant por un lado y el astrónomo y matemático francés Pierre Simon Laplace por el otro fueron quizá los primeros en tratar de explicar el origen del sistema solar. De acuerdo a su teoría, también conocida como ‘teoría nebular’, una nube de gas se fragmentó en anillos y estos se condensaron para formar planetas. El inconveniente para esta teoría es que en un determinado caso de que el sol haya chocado con una estrella y expulsado a los gases calientes que se supone se convirtieron a la postre en planetas, lo más probable es que los gases se hubieran dispersado y difícilmente se habrían condensado para formar planetas.
En la actualidad las teorías sostienen que la formación del sistema solar está estrechamente vinculada con la formación del sol sucedida hace 4,700 millones de años. De acuerdo a esta teoría una supernova habría explotado y su fragmentación y el colapso gravitacional consecuente tuvo como resultado la formación de una nebulosa solar con un núcleo más caliente y más denso; es decir, el sol y a su alrededor se mantendrían orbitando los otros restos de la supernova; esos restos serían los planetas. Esto explicaría los componentes diversos de todos los planetas ya que, por ejemplo, Mercurio que está más cercano al sol tiene un núcleo de hierro y una atmósfera ligera compuesta en pequeña porción por silicatos mientras que al otro extremo del sistema solar, en Júpiter, los gases se condensan en sólidos. Esto se debe porque para el polvo y el vapor de hierro es más fácil aglutinarse cerca del centro de una nebulosa solar que para los silicatos o metales más pesados.
Esta teoría se sustenta en el estudio de algunos meteoritos que contienen isótopos anómalos; evidencia inconfundible de que provienen de la explosión de una supernova. Este vínculo tan estrecho entre la formación del sol y la formación de los planetas sugeriría que otros miles de millones de estrellas también pueden tener planetas y que alguno de esos planetas también pudo haber desarrollado formas de vida similares a las del planeta Tierra. Además la abundancia de estrellas, así como de grandes sistemas de satélites alrededor de Júpiter y Saturno, son una prueba irrefutable del colapso de una nube de gas, que se fragmentó en sistemas de cuerpos múltiples.